¿Por qué se expulsa a quien recibe una transfusión?

La organización ha mostrado diferentes posturas con quienes no se "abstienen de sangre".
Primero permitió que cada miembro tomara una decisión basada en su propia conciencia, mas tarde se condenó esa postura expulsando a quien lo hiciera. ¿Tiene la organización apoyo bíblico para poder actuar así?.

Desde 1945 a 1961 la organización consideraba que el mandato de "abstenerse de sangre" era un asunto de conciencia.
La Atalaya (en inglés) del 1 de julio de 1951 página 416 dijo "Los Testigos de Jehová no se oponen a que la gente utilice las transfusiones, se permite a cada uno decidir por si mismo lo que puede hacer a conciencia".
La revista aclara que los Testigos de Jehová individualmente darían cuenta a Dios por sus actos.

La organización pretendía que los fieles mostraran la misma postura que ellos, rechazando de plano las transfusiones de sangre. Sin embargo, ante una situación crítica, muchos optaban por la vida pasando por alto el nuevo entendimiento.
La Atalaya (inglés) 01 de agosto 1958 p.478  sección preguntas de los lectores dijo:

● Una testigos de Jehová que dice ser del resto ungido, recientemente fue ingresado en un hospital y recibió una transfusión de sangre, de manera voluntaria. ¿Debería permitirse que participara de los emblemas, del pan y del vino en el Memorial? RJ, Estados Unidos.

Nosotros, por supuesto, lamentamos que esta hermana, que se precia ser uno de los ungidos recibió una transfusión de sangre de forma voluntaria durante su estancia en el hospital. Sin embargo, las congregaciones no han sido instruidos para expulsar a los que de forma voluntaria recibieron una transfusión de sangre. Nosotros dejamos que el juicio de los que violen la ley de Dios con respecto a la santidad de la sangre permanezcan con Jehová, el Juez Supremo.

El articulo concluía diciendo que no se le podía prohibir celebrar la cena del señor ya que no había sido expulsada.
Es decir que hasta entonces, la organización no encontraba ninguna base bíblica para expulsar a quienes voluntariamente recibían una transfusión.
Esta postura cambió radicalmente en 1961, quizá para evitar que los hermanos siguieran pasando por alto la doctrina de la sangre que quería instaurar la sociedad.

La Atalaya del 1 de julio de 1961 página 414 y 415 dijo:
"En vista de la seriedad de introducir sangre en el sistema humano por medio de una transfusión, sí violara las santas escrituras en este respecto ¿estaría sujeto el recibidor dedicado y bautizado de la transfusión de sangre a ser expulsado de la congregación cristiana?".
La revista responde: "Las santas escrituras inspiradas responde sí.

Fue entonces cuando la organización encontró base bíblica para "castigar" a los que no se ceñían a las ordenes de la sociedad Watchtower.
[Puede ver una copia de este articulo de la Atalaya aquí y aquí].

El articulo no muestra un solo texto que apoye la idea de expulsar a quien voluntariamente se transfunda sangre. Es mas, deja claro que no era una opción dejar que nuestra conciencia eligiese:




Punto de vista biblíco


La sociedad Watchtower utiliza varios textos como base para expulsar a los miembros que trasgredan ciertas normas de la congregación.
Pero ¿hay alguno que apoye la actuación de la organización en estos casos, expulsando a quien recibe sangre? Hagamos un repaso:

(1 Corintios 5:9-11) En mi carta les escribí que cesaran de mezclarse en la compañía de fornicadores, no [queriendo decir] enteramente con los fornicadores de este mundo, o personas dominadas por la avidez y los que practican extorsión, o idólatras. De otro modo, ustedes realmente tendrían que salirse del mundo. Pero ahora les escribo que cesen de mezclarse en la compañía de cualquiera que, llamándose hermano, sea fornicador, o persona dominada por la avidez, o idólatra, o injuriador, o borracho, o que practique extorsión, y ni siquiera coman con tal hombre.

En este texto no hay indicios de "expulsar" a quien trasgreda el mandato de la sangre.
Incluso, muchos han insinuado que al recibir una transfusión de sangre se comete un pecado grave, tan grave que no sería merecedor del favor divino ¿que dice la biblia?.
La organización instruye a los
ancianos para formar un comité
con quienes reciban una transfusión.

(1 Corintios 6:9, 10) ¡Qué! ¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres,  ni ladrones, ni personas dominadas por la avidez, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredarán el reino de Dios.

(Gálatas 5:19-21) Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, y son: fornicación, inmundicia, conducta relajada,  idolatría, práctica de espiritismo, enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cólera, altercaciones, divisiones, sectas, envidias, borracheras, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas. En cuanto a estas cosas, les aviso de antemano, de la misma manera como ya les avisé, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

(Revelación 22:15) Afuera están los perros y los que practican espiritismo y los fornicadores y los asesinos y los idólatras y todo aquel a quien le gusta la mentira y se ocupa en ella.

(Revelación 21:8) Pero en cuanto a los cobardes y los que no tienen fe y los que son repugnantes en su suciedad, y asesinos y fornicadores y los que practican espiritismo, e idólatras y todos los mentirosos, su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. Esto significa la muerte segunda”.

Como hemos visto, la cuestión de la sangre solo se discute en Hechos y no se vuelve a incluirse en otra parte del nuevo testamento. Tampoco se incluye como un pecado merecedor de la muerte segunda. 
Es incomprensible entonces que por mas de una década la organización no encontrara base bíblica para expulsar a quienes voluntariamente recibían una transfusión de sangre  y luego sí la encontrara.

Actualmente, se ha cambiado el tecnicismo y ya no se expulsa, si no mas bien se desasocia.
El manual de los ancianos "Pastoreen el rebaño" en la página 111 dice sobre quienes actúan así voluntariamente. 


El manual advierte que aquellos que sí se arrepienten pueden no ser expulsados, sin embargos tendrán que acarrear con la culpa de transgredir las ordenes de la organización. Esto se traduce en perdida de privilegios (incluidos los mas básicos) quedando expuestos ante la congregación.
Pero si el comité considera que la persona no está arrepentida, debe anunciarse su desasociación.

En conclusión


No hemos querido hurgar en el punto doctrinal sobre la cuestión de la sangre, simplemente hemos mostrado como la sociedad Watchtower no cuenta con ningún apoyo bíblico para actuar contra aquellos que deciden voluntariamente o bajo presión ser transfundidos.
No hace mucho, la organización consideraba que era Dios el único que podía juzgar a estas personas, hoy la entidad ha optado por ocupar ese papel de juez.